En estos días de fiesta, en los que las gentes se reúnen a la fuerza para celebrar no se sabe bien qué, nos encontramos bajo un frio polar, colapsando el mundo, ante lo que otros proclaman un calentamiento global debido al cambio climático. Inciertas contradicciones en la que uno no sabe a que acogerse.
No hace más de un año vimos en Sevilla la nieve por primera vez para algunos y por segunda vez para los más viejos. Aunque no llegase a cuajar en la capital, si lo hizo en el aljarafe. No sabremos si volveremos a ver la nieve, pero algunos no perdemos la esperanza.
Entre el ajetreo de las comidas y las compras, poco es el tiempo para descansar, para aquellos que puedan. Unido a las obligaciones sociales en las que cumplir con los que no ves asiduamente y también con los que sí ves. Unas fechas en las que sin duda, uno echa de menos poder desaparecer.
En estas fechas se desea estar con las personas que se quiere, aunque no siempre es posible. Algunas parecen llevarse como perros y gatos, un mito de que estás dos especies siempre se hayan llevado mal, pero el cual es un error. Siempre se ha dicho que un perro y un gato no pueden convivir pero pueden ser grandes amigos, fieles el uno del otro, aunque como todos, tengas sus diferencias de vez en cuando.
Si habéis sido buenos, los reyes o papa noel, para los más yankizados, os traerán aquello que más deseéis, pero tener en cuenta que no hacen milagros, así que pedid aquello que sea posible conceder.
Que tengáis unas felices fiestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario