Por desgracia, en este país, sigue arraigada la convicción del animal como un elemento de trabajo. Buena muestra de ello son los galgos. Estos perros son usados por los cazadores, y en algunos casos, sufren maltrato, y cuando ya no les son útiles, en el mejor de los casos los abandonan y en el peor, son sacrificados. Muchos mueren en su camino por sobrevivir, otros son recogidos por personas que los curan y cuidan. Son el caso de los refugios como Galgos112 y SOS Galgos.
Estos refugios, dedicados sobretodo a esta raza, curan a los que recogen heridos, los esterilizan para evitar la sobre población, y les buscan familias adoptivas y de acogida. Estas últimas, son aquellas que se ofrecen a cuidar de los perros mientras se les encuentra una familia final, ya que los refugios no pueden mantener a todos los perros que recogen, que por desgracia, son muchos.
Los galgos son muy cariñosos, pero algo desconfiados, debido en su mayoría por los maltratos recibidos. Yo he experimentado como en algunos casos, les tienen verdadero pánico a los hombres. Tienen un fuerte espíritu de supervivencia, y a pesar de su aspecto frágil, son unos luchadores.
No permitáis estas acciones, en nuestra mano esta cambiarlo.





